Facebook Viernes, 11 abril 2014

Mi padre sufrió mucho por ser gay y yo sufrí también por su homosexualidad

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escribe Rumi De La Rocha

Salir del clóset debe ser una de las cosas más duras y difíciles que un ser humano pueda experimentar y requiere de mucho valor, sobre todo en un país como el Perú en donde la sociedad y el estado discriminan la homosexualidad de una forma aberrante. Me imagino que a estas alturas más de uno se debe estar preguntando si me apresto a salir del closet, no es el caso porque soy heterosexual, pero si estuviese a punto de hacerlo no tendría nada de malo, lo único malo es que aún exista algo llamado «salir del clóset» y que aún hoy en día ser gay sea motivo de burla e insulto.

Mi padre sufrió mucho por ser gay y yo sufrí también por su homosexualidad, tuvo que vivirla en la clandestinidad y en la vergüenza como tantos otros ¿Es eso justo? La homosexualidad no es una enfermedad como algunos idiotas piensan, la homofobia lo es y es un signo más de nuestro atraso. Nadie escoje ser homosexual y nadie tiene la culpa de serlo, simplemente se nace así y no tiene nada de malo. Algunos lo tienen claro desde muy pequeños, a otros en cambio les cuesta tiempo aceptarlo porque la sociedad actúa de forma represiva.

Mi viejo fue un gran tipo y lo quise muchísimo y no lo digo solo porque fue mi padre, todos los que lo conocieron lo saben, con sus defectos y todo era una persona muy apasionada, carismática y cariñosa, un amante del arte y un gran aventurero. Yo no creo que mi viejo esté en ningún lado porque no creo ni en cielos ni en infiernos solo en el aquí y el ahora, si está en algún lado es en la memoria de todos los que lo conocieron y lo quisieron. Algo en lo que también creo es en la empatía y en la justicia y creo que los homosexuales se merecen todo el respeto y la igualdad ante la ley como cualquier otra persona. De la misma manera que hoy en día vemos las desigualdades y los abusos cometidos históricamente en contra de algunas etnias y del género femenino, como algo aberrante, así mismo veremos mañana la discriminación y la segregación a la que son sujetos hoy los homosexuales.

Así como pienso que el feminismo (el verdadero feminismo, es decir el antisexismo y no su versión caricatural que se confunde muchas veces con la antítesis del machismo) necesita entre sus filas a los hombres, del mismo modo creo que la causa por la igualdad de derechos LGTB necesita del apoyo de los heterosexuales. Cada uno tiene su historia particular, mi relación con mi padre me hizo ver y entender ciertas cosas y mi rechazo inicial se convirtió con el tiempo en aceptación pero todos deberíamos ser capaces de ver más allá de las diferencias, de aceptarlas y convivir con ellas. Yo no estoy en Lima pero si estuviese allá iría este sábado a la marcha por la unión civil, que es tan solo un paso, aunque muy importante, para que las cosas avancen en el Perú en materia de justicia e igualdad. #UniónCivilYa