Facebook Martes, 27 mayo 2014

He estado pensando en Fritz Du Bois

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escribe Juan Acevedo en su Facebook

¿Qué estás pensando?, dice en este espacio. He estado pensando en el trabajo, he estado pensando en Fritz Du Bois, que se fue repentinamente de este mundo.

Siento pena. A veces me parecía que cierta pena atravesaba su mirada, pero luego descartaba esa impresión. Fritz era un luchador, no estaba para penas. Nuestras maneras de entender la política eran muy distintas y eso me interesó las veces que conversé con él. Era claro, franco, muy seguro en sus afirmaciones. No lo había visto nunca hasta que entró a dirigir Perú21. Fue muy cordial desde el comienzo, quería que yo me quedara, cuando yo pensé que podría querer que me fuese. Se sorprendió cuando le dije que no me interesaba hacer «Love Story«, que me gustaría hacer una historieta de tipo social, más que político. Dejó abierta esa posibilidad y yo comencé a hacer bocetos que le fui presentando y que no me llegaban a convencer a mí mismo, así que fui postergando la propuesta definitiva. De allí derivé a otra propuesta, una nueva tira cómica: «El Barrio«, con «Cholín«, el perro calato. Fritz abrió un espacio para mi tira diaria en las páginas centrales y me pidió que siguiese con «Love Story«. ¿Qué le parecería a Fritz aquella tira? No lo sabía bien porque yo no iba al diario, trabajaba desde mi casa y la enviaba por email, pero en cualquier caso fue muy respetuoso de mis posiciones, que favorecían, por ejemplo, la candidatura de Susana Villarán a la Alcaldía, cuando era claro que Fritz prefería a Lourdes Flores. Un caballero, así entendí siempre a Fritz. Después, por iniciativa enteramente suya, ubicó a «Love Story» en un lugar estelar en el periódico: La página 4, los días domingo, junto a su columna, cada quien a lo suyo.

Vi a Fritz poco, las veces que negociamos, siempre en el marco de respeto y cálida cordialidad que él sabía dar. Un día me dijo que la tira de «El Barrio» no iba más. Había durado casi dos años, un buen récord para mí, acostumbrado a ciclos menores por obra y gracia ajena. Lo tomé con calma, eso creí, pero después tuve que reconocer para mis adentros que me sentía herido y entonces, crisis, dejé «Love Story«. Fritz me escribió dos semanas después, diciéndome que la gente extrañaba esa sección. Yo vivía mi luto, pasó un tiempo más y renegociamos. Fritz me propuso que volviese también con el «Kuraka«. En este muro de Facebook, algunas personas me reclamaron que por qué yo seguía en «Perú21», se tiraron contra Fritz, diciéndome que de «Perú21» solo leían «Love Story» y el «Kuraka«. Bueno, gracias, amigos virtuales y amigos presenciales, si no fuese por Fritz Du Bois esos productos no hubiesen sido publicados en este diario ni reproducidos aquí.

El año pasado le propuse sobre un suplemento que podría salir con «Perú21», aunque era un encargo que yo tenía de otra entidad. Hice las presentaciones del caso, Fritz fue como siempre muy proactivo y el suplemento encontró sus características definitivas. Ese fue el momento en que él pasó a dirigir «El Comercio».

Una de las últimas veces que vi a Fritz fue en el restaurante Huaca Pucllana. Él entraba con Cayetana, su esposa, a una actividad distinta a la que me había llevado a mí, que estaba con algunos historietistas llegados de otros países, invitados por la Municipalidad de Lima y la Librería Contracultura. Charlamos mirando aquella bella huaca y así lo recuerdo ahora, sonriente, sin ocultar sus posiciones y respetando las mías, riendo de buena gana.

Fritz Du Bois, gracias, descansa en paz.