escribe Regina Limo

Nos acaba de dejar hace unos días un gran artista peruano, casi desconocido en circuitos oficiales, pero que pude conocer gracias a esas hermosas casualidades del internet. Hace unos años llegué a un blog de dibujo erótico y en él mostraban algunos trabajos de PEDRO PALANCA. Me interesó desde el principio su reinvención de los fetiches de Tom de Finlandia, a los que agregaba además su personal obsesión por los pies masculinos. Creo que el éxito del arte erótico radica en hacerte patente la misma intensidad del deseo aunque no compartas su objeto de interés. Palanca lo logra con sus fibrosos desnudos, sus machos toscos y musculosos, de pies enormes, nervudos, con nudillos sobredimensionados. Machos que no siempre correspondían a la estética occidental: rudos estibadores, cargadores de La Parada, cobradores de combi, vaqueros sudorosos, etc.

Si en Tom de Finlandia el falo y los músculos eran el permanente objeto de deseo, en Palanca todo el cuerpo del macho se convierte en extensiones puras del pene y los pies. No hay concesión en la delineación de los cuerpos, casi no aparecen esas líneas suaves, esas superficies lisas características de los muchachos bigotones de Tom. Cada extremidad es deseo en potencia, y los penes siempre están a punto de explotar para someter a varones ansiosos, junto con los pies antropomorfizados y lascivos.

Dejo aquí un dibujo, el más «decente» que encontré en su blog, pues temo que si posteo uno donde aparezca una penetración o un desnudo completo, las mojigatas normas de Facebook lo desaparezcan de mi muro. De todos modos, pondré algunas otras obras en los comentarios para que aprecien más su arte, y además les dejaré la dirección de su blog para que lo conozcan más: http://palancafeet.blogspot.com

Y el rescate de su antigua página de Geocities

Y acá la Fundanción Tom of Finland expresa sus condolencias

Lo poco que sé del artista es que su nombre verdadero era Pedro Santillana, nació en Perú en los sesenta y radicó un tiempo en Estados Unidos. No tengo mayores detalles de su entierro o velorio. Descansa en paz, Pedro. Qué pena no haberte llegado a conocer en persona.