Facebook , feis , sociedad Jueves, 7 enero 2016

«Lo que tú consideras decente me lo paso por esas partes que me has dicho que no enseñe»

josefa

Foto: Facebook

Escribe: Diana Quiñones Lezama

Alguien a quien quiero mucho compartió esto hoy y me hierve la sangre de frustración. Me gustaría creer que no lo hizo pensando en mí, aunque sé que es una referencia a mi perfil de «anfitriona/cosplayer», y me ha dolido mucho.

No es la primera persona que me cuestiona (u ofende) por tener un perfil así y por las fotos que ahí cuelgo. Aparentemente, no se puede ser buena profesional, una chica inteligente, menos una feminista, y a la vez subir fotos donde haya mucho escote o mucha pierna. Porque, obviamente, la dignidad y el valor de una mujer son inversamente proporcionales a la cantidad de piel que muestra en sus fotografías.

Dios no quiera que se me ocurra un día subir una foto en bikini o, aún peor, en lencería. ¿Y si subo una foto desnuda? ¡Oh, la deshonra que caería sobre mí! Alguien extírpeme ahora mismo los pezones, no vaya a ser que se me noten a través de la ropa.

Foto: Fernando Fuentes

¿Es que la única razón que puede tener una mujer para subir selfies a Facebook es buscar la validación del público masculino a través de likes y comentarios subidos de tono? Tal vez debería subir un disclaimer en cada foto que diga: «No me hago responsable de sus erecciones», digo, como para que quede claro que el hype que causen mis fotos en las entrepiernas masculinas no es lo que me motiva en la vida.

No sé. Tal vez esta persona pensó que un meme así me haría reflexionar. Tal vez pensó que, en vez de mandarlo a la mierda, correría a mi casa a bajarle la basta a todas mis faldas. Tal vez creyó que saldría corriendo a comprarme cuellos de tortuga o, mejor, de una vez una burka.

No. Lo siento. La verdad es que me siento muy bien con con mi cuerpo y conmigo misma. La verdad es que las fotos que subo me encantan. La verdad es que lo que tú consideras decente me lo paso por esas partes que me has dicho que no enseñe.

Foto: Fernando Fuentes

 

Y en todo caso, si no tengo dignidad, la culpa es de Dios, por haberme dado tetas y culo, y para colmo bonitos. Si no tuviera ni lo uno ni lo otro, a nadie se le pondría dura, eso me haría automáticamente decente, ¿no?.