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«Estas son las razones por las que no votaré por el Frente Amplio»

frente amplio

Foto: La República

Escribe: José Carlos Yrigoyen

¿Por qué creo que el Perú necesita una izquierda con presencia en el juego político y por qué, a la vez, no votaré por el Frente Amplio? Estas son mis razones.

1. Porque la izquierda peruana sigue siendo exactamente la misma que aquella del día siguiente de la primera vuelta de 1990. Un cuarto de siglo no se ha movido ideológicamente un centímetro de donde se situaba. Su interpretación de las necesidades y de la forma de pensar de la gente, a pesar de las aplastantes pruebas, no corresponde a la que ellos defienden. Le siguen hablando al pueblo que votaba por Izquierda Unida en los ochenta. Y ese pueblo ya no existe. Para ellos la caída del muro, el fujimorismo, el pragmatismo noventero y sus secuelas, nada de eso ha sucedido. Se niegan a adaptarse a la realidad; exigen que la realidad se adapte a ellos. Y ya sabemos que eso es propio de los que sufren serios trastornos sicológicos o se resisten patológicamente al paso del tiempo y de las cosas. Algo así como cuando mi abuelita me contaba cómo extrañaba el tranvía Miraflores-Barranco.

2. Porque escucho a Verónika Mendoza hablar de economía y es exactamente igual a Alan García haciendo campaña electoral en enero de 1985. Igualita. Solo falta que nombre a Saber bien de ministro de Economía y tenemos el juego completo. Y cuando se lo echan en cara tartamudea, conceptualiza como quien eructa, hace digresiones que no vienen al caso y cambia de tema. Basta escucharla para saber que el manejo de economía bascularía entre lo estúpido y lo irresponsable. ¿Hay que reformar ciertas cosas del modelo? Sin duda. ¿Se lo vas a encargar a un simio en ácidos y sin memoria? Porque eso es el plan económico del FA.

3. Porque la izquierda vive asegurando que es superior moralmente a la derecha en todo aspecto. Ello son otra cosa. Perfecto. Pero cuando uno hace críticas a su proceder, lo primero que te dicen es «pero mira lo que hacen los candidatos de la derecha». En qué quedamos. ¿No que son más limpios, distintos, mejores? ¿A qué viene la comparación entonces? ¿No es perfectamente fuera de lugar según su escala? Nunca escucharás una autocrítica de un izquierdista peruano promedio. La culpa la tienen siempre los demás. El infierno son los otros, dice la sartreana zurda nacional mientras emana su propio azufre.

4. Porque se han terminado convirtiendo en el exclusivo refugio de una clase media o clase media alta progresista, mientras que los sectores populares ni siquiera los toman en serio o advierten su existencia. Porque su cuartel general es el Jazz Zone. Porque el único lugar donde hicieron una alianza recordable en los últimos años fue en Miraflores, donde el PS y el villaranismo presentaron un candidato conjunto el 2006. Y perdieron, claro.

5. Porque viven hablando en nombre de «el pueblo», pero luego obtienen 1% en las elecciones y no son capaces de advertir la contradicción. O son demasiado cínicos como para enfrentarla.

6. Porque no tienen sentido del humor. En eso la derecha sí que les gana. Búrlate de Made Osterling con un facha y se ríe contigo. Pero tócale a la izquierda a su Verito. Se mueren. Son solemnes, trágicos, adustos. Cualquier chascarrillo es sacrilegio, falta de respeto (¡Es madre! ¡Es cusqueña!), ligereza imperdonable. Yo no quiero que gente tan intolerante me gobierne. Eso sí lo digo en serio.

7. Finalmente, porque son incapaces. Eso no es una especulación de mi parte. Un frente que hace elecciones internas y se demora una semana para contar treinta mil votos, ponerse de acuerdo y no matarse entre ellos, sinceramente no merece nada. Ni un congresista. Gente tan menuda merece resultados menudos. Es la ley de la vida.