Facebook , feis , redes sociales Martes, 16 febrero 2016

«El votante de Guzmán no se va a inclinar por Barnechea ni Mendoza porque no son un plan B siquiera»

julio3

Foto: El Comercio 

Escribe José Carlos Yrigoyen

Mis amigos y seguidores de este muro saben bien que Julio Guzmán no es santo de mi devoción y que la única forma de que vote por él en segunda vuelta es que se enfrente a los malos mayores que no tengo que nombrar porque ustedes saben quienes son.

Dicho esto, me parece hasta las patas que exista gente que quiere que Guzmán salga de carrera para que algo le caiga a sus candidatos de preferencia. Y esto va tanto para Barnechéveres, Verolovers y PPkausas. A ver, la cosa es así: nos guste o no, Guzmán era el candidato que se había disparado, que podía enfrentar de igual a igual a Keiko. Por razones para mí misteriosas, una gran cantidad de electores lo ha adoptado como emblema del cambio, de la renovación y de una nueva forma de hacer política (ya sé que algunos pensarán pero José Carlos, eso no es así, Guzmán es el tapadito de la Confiep, de la derecha mercantilista, del sionismo internacional, etc. y yo les diré que seguramente, pero esa es la percepción y ustedes con sus posts indignados no la cambiaron un milímetro).

El votante de Guzmán no se va a inclinar por Barnechea ni por Mendoza porque no es lo que está buscando ni son un plan B ni siquiera. Si fuera así, mi tío Alfred estaría raspando el 10% y Vero ya habría pasado la valla. Lo cierto es que juntos tienen 5%. Por sus propuestas, por sus errores (la lejanía de Barnie de los sectores populares, su cariz aristocrático, ciertas indefiniciones; las nulas capacidades comunicativas de Mendoza, el poco favor que se hace con reportajes candelejones como el del domingo con Lúcar, las compañías lamentables que tiene y la aconsejan como el orto), por razones varias. Si Guzmán es retirado a AP y al FA le van a caer migajas. Así que si vamos a ir celebrando que vamos a comer pollo a la brasa antes de verificar si nos alcanzan las monedas de la chanchita para comprarlo, mejor calmémonos un poco y no seamos angurrientos.

Y una cosa más: me parece que en un país donde los partidos políticos, salvo el Apra, AP y PPC, son simples marcas electorales, ir y ponerse fino con ciertos requerimientos burocráticos y sacar una candidatura que araña el 20% de los votos es un despropósito, le hace daño a una democracia tan cuestionada por una gran mayoría de electores y es ponerle una alfombra roja a las aspiraciones de Keiko. Ojalá no se lo bajen. Hay que saber competir