Facebook , feis Jueves, 10 marzo 2016

Carta al editor del diario La Karibeña

12805708_10153334333686681_3368748818685733723_n

Escribe Vanessa Vasquez

A mi me atacaron.

Dos sujetos decidieron que yo sería una víctima más de sus asquerosidades y sin piedad se treparon a mi camioneta para pegarme, arañarme e insultarme una y otra vez. Ellos me atacaron.

Estuve presa por 10 minutos o tal vez más, me drogaron con poppers y como mi cuerpo reaccionó ante una aparente sobredosis me dejaron ir porque no querían que convulsione o me muera delante de ellos. No llegaron a violarme porque no hubo penetración como dijo el médico fiscal, pero si violaron todo lo demás, TODO.

Me devolvieron las llaves de mi camioneta, me liberaron y se dijeron entre ellos: – Vamos por otra flaca, esta no sirve.

Una vez atacada no les serví más.

Pasé días en mi departamento no queriendo salir, asustada, degradada como mujer y ser humano solo porque ellos decidieron sobre mi, sobre mi cuerpo, seguridad, objetos personales, sobre mi vida y luego de curarme por dentro y por fuera, hoy puedo levantar mi voz de protesta.

Yo no tenía cola de caballo, tenía el pelo suelto. Yo no tenía ropa fácil de arrancar, estaba con muchas prendas encima. Yo no andaba caminando por la calle, estaba dentro de mi vehículo, estacionada en un lugar con alto tránsito de personas. Pero igual me atacaron.

A mi no me abordaron preguntándome qué hora era; no me dejaban hablar porque callaron mis gritos con un pañuelo lleno de algún líquido que me atontaba, yo estaba atenta a todo a mi alrededor y créame Señor Editor que todo lo que han puesto en ese aviso es una reverenda mierda y no sirve para nada.

Mientras escribo esto, estoy temblando. Si, 3 años después sigo temblando y las lágrimas se me salen porque por la culpa de esos sujetos soy un número más en la estadística de mujeres que hemos sido atacadas. Yo no pedía pasar por eso y lo pasé.

Espero que logre leer este post y que recapacite o escriba algo al respecto, algo que no sean TIPS sacados de los testimonios de atacantes o mejor dicho violadores quienes tienen una mente totalmente enferma, desenfocada y trastornada.

Hoy, tengo una voz que es escuchada por muchas personas. Hoy, tengo la fuerza necesaria para decir que SOY UNA SOBREVIVIENTE. Hoy, no me pienso quedar con los brazos cruzados viendo como alguien como usted nos hunde a mi y a todas las mujeres que hemos pasado por algo similar en la porquería porque no lo buscamos.

Nosotras no buscamos ser atacadas.

Atentamente,

Vanessa Vásquez Ramos.