El Partido Nacionalista hizo con Daniel Urresti y su lista al Congreso aquello que estaba cantado

El Partido Nacionalista hizo aquello que estaba cantado. Solicitó el retiro de todas sus listas para las elecciones del 2016. La baja intención de voto, sobre todo de las listas al Congreso, que es con lo que se calcula la valla electoral o barrera legal, los llevaba directamente a la pérdida de la inscripción en el ROP.

Era un partido lleno de desavenencias y conflictos entre la dirección del partido (Humala-Heredia), algunos dirigentes (Abugattas, Jara) y el propio candidato presidencial Daniel Urresti. El PNP confirma lo experimentado antes por Perú Posible y el APRA. Es decir, los partidos de gobierno son afectados por la desaprobación y el desgaste de sus respectivos gobiernos. Hay que recordar que estos partidos sólo obtuvieron, dos (PP) y cuatro (APRA) congresistas y retiraron sus planchas presidenciales.

Este retiro se produce gracias al salvavidas lanzado por el Congreso de la República (varios ya se las olían), que aprobó la modificatoria de la Ley de Organizaciones Políticas, por la que se permite que si un partido deja de participar en una elección general, no pierde la inscripción. Antes de la modificatoria, era obligatorio. Así se acogieron hace semanas Siempre Unidos (Felipe Castillo) y Perú Patria Segura (Reggiardo). Con el PNP son ahora tres los partidos, a los que probablemente se sumen Alianza para el Progreso (APP) y Todos por el Perú (TPP), pues tienen casi nulas posibilidades de superar la valla electoral.

Esta modificatoria de la ley no coloca fecha límite de retiro, por lo que podemos esperar más, incluso, una vez impresas las cédulas o boletas de votación. De las 19 listas parlamentarias inscritas, ahora quedan 14 y es probable que sigan disminuyendo. Eso es bueno. Lo malo es que al retirarse, conservan su inscripción y son, como ya se ha visto, candidatos a ser vientres de alquiler.