Elecciones 2016 , Facebook , feis Viernes, 8 abril 2016

Esto es lo que pasa cuando un DBA despotrica contra la marcha del 5 de abril

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Imagen: Correo

Escribe: José Carlos Yrigoyen

Después de almorzar, justo en mi hora de descanso, alguien tuvo a bien pasarme esta columna del inigualable Ungenio D´Medina.

Ungenio es extraordinario. Uno cree que lo suyo es una inclinación por la parodia, un acercamiento al apunte humorístico, pero no. Ungenio dice todo esto en serio. Ha publicado un texto, cuya redacción es poco menos que zoológica, para descubrir -él, que es tan sagaz- siete contradicciones de los marchantes contra Keiko. No resisten el menor análisis, pero quiero comentarlas porque, bueno, tengo debilidad por la serie Z, aunque sea en política.

Ungenio dice:

1. Los rabiosos organizadores de la movilización por el 5 de abril dicen que es por la democracia: sin embargo, cinco días después habrá elecciones y la gente podrá expresarse democráticamente.

No, amigo Ungenio. Para empezar, tan rabiosos no son: la marcha, aparte de nutrida, fue pacífica. Uno puede marchar para adherirse a los principios democráticos, para recordar a quienes mancillaron la institucionalidad y luego, perfectamente, ir a votar. No hay contradicción alguna en eso.

Ungenio sigue:

2. También dicen que se marcha por la libertad: pero no admiten la libertad de que otros no piensen como ellos y los satanizan e insultan.

No veo donde, mi querido jumento con corbata, se te priva de la libertad de votar por quien quieras, o de pensar en lo que te dé la gana. Nadie te va a regatear esos derechos, ni la marcha fue concebida para eso. Sobre los insultos, no seas fresco, que te puedo sacar muchas columnas de tu autoría donde agravios y epítetos se encuentran por doquier.

Ungenio insiste:

3. Aducen que no tienen pretensiones de violencia. Pero el solo hecho de organizar la marcha con nombre propio, contra una mujer de cuarenta años, madre de dos niñas que jamás ha ejercido labores de gobierno, es una expresión de violencia en sí misma.

Como sabrás, carísimo Ungenio, violencia no hubo. Y no: Keiko Fujimori no es una mujer de cuarenta años con dos niñas: es la representante de un partido que considera que la autocracia que lideró su padre es el mejor gobierno de la historia, y que no ha hecho mayor autocrítica sobre los crímenes y abusos de ese régimen corrupto, a los que califica, dulcemente, como errores. Pequeña diferencia, ¿no?

Ungenio contraataca:

4. Justifican la marcha en la indignación por la corrupción. Pero se “indignan” con la corrupción de hace dos décadas y no con la de hace dos años, pues la corrupción de este gobierno o del gobierno anterior de la Municipalidad de Lima es invisible e intocable, a pesar de estar a la vista.

Seguro, mi estimada acémila parlante. Pero da la casualidad que ningún respresentante de este gobierno ni Susana Villarán están postulando a la presidencia, sino la representante directa del régimen más corrupto de nuestra historia. Por otra parte, es gracioso que hables de la corrupción de Villarán pero te cuides mucho de hablar de la de Castañeda, que es muchísimo más grave. Vivo eres.

Ungenio no se cansa:

5. Algunos andan tan desconcertados, que marcharán mañana por reivindicar Cayara, El Frontón, Lucanamarca y hasta Uchuraccay. Pero confunden “apenas” las décadas del 80 con las del 90. Casi nada.

Lo siento, Unge. Ese argumento parte estrictamente de tu imaginación. Nada de eso se vio en la marcha de ayer.

Sigamos con Ungenio:

6. Señalan que el 5 de abril es una fecha para el olvido. Pero quienes se encargan de recordarla son los que arman las movilizaciones. Si no fuera por ellos, quizás nadie mencionaría más la referida fecha.

Ungenio necesita una clase urgente para entender lo que son las expresiones figuradas. Un atenuante es que estas solo son entendidas por el homo sapiens sapiens. Se le perdona.

Ungenio concluye:

7. Finalmente, los rabiosos organizadores consideran que Alberto Fujimori devastó el país y fue el peor presidente del Perú. Pero tienen una fijación con el apellido Fujimori y lo han elevado a la categoría de un Mariscal Tito, de un Roosevelt o de un Mandela: un antes y un después. Al recordarlo siempre, lo convierten en mito. Ni los fujimoristas lo pudieron hacer mejor.

Diré que meter en el mismo saco a Roosevelt, al mariscal Tito y a Mandela es muy chistoso. Diré otra cosa más: sí, hay un antes y un después con Fujimori. Luego de él, los peruanos tomamos conciencia del horror de las desapariciones forzadas, de la destrucción de las instituciones, del robo sistemático del erario y del populismo clientelista y descarado. Si cada 5 de abril debemos recordar todo eso, pues lo haremos. Servido, amigo Ungenio. Se le quiere.