Facebook , feis Domingo, 3 julio 2016

Nos han instalado la idea de que por todo, TODO, hay que pagar

LIMA 21 DICIEMBRE DEL 2011 RECORRIDO POST NAVIDAD. FOTO FELIX INGARUCA ABAD EL COMERCIO

Cada vez menos. Foto: El Comercio

Escribe: Fátima Valdivida

La pelea por lo público es, quizás, una de las peleas más importantes a levantar en los próximos años. El espacio público, para ser bien breves, es -en teoría- ese espacio donde sin importar si tienes dinero o no, si tienes privilegios de clase o no, si eres miembro de un club o no, eres un/a ciudadanx más. De hecho es mucho más complejo que esto pues en el espacio público también se evidencian las diferencias de género/sexo, clase, raza/étnica, y sus disputas, pero comencemos por ahí nomás. Se ha instalado también la idea de que todo tiene precio, y que para acceder a cultura y salud hay que pagar. Y eso lo podemos llevar a varios niveles:

– ¿Se dan cuenta de que la mayoría de los grandes edficios que se construyen tienen dentro espacios de juego para niños? Ahora, salgan de su casa. Caminen por su barrio. Díganme cuántos parques tienen cerca. Luego, díganme en cuántos de esos parques hay niñxs jugando. O, en cuántos de esos parques hay vecinxs «cuidándolo»: regándolo por la tarde, parque enrejado, lleno de cacas de perro, con guachimán que te dice que no entres ni te sientes. Al final, vivir en un distrito con acceso a espacios de juego es, casi, una cuestión de clase social.

– He leído a algunas personas que se oponen a ocupar hoy la Plaza San Martín con el argumento de que es ir contra la norma. De que si no nos han dado permiso, para qué buscarse problemas con las autoridades. Déjenme decirles algo: no sé si se acuerdan de las marchas contra Alberto Fujimori en los 1990s. Que yo recuerde, hasta la Plaza de Armas se tomaba. ¿Había que pedir permiso? NO. La razón es simple: no necesitas pedirle permiso a nadie, NADIE, para estar en un espacio público. Repito, a NADIE. Ya si se trata de poner estrado, conexión de luz y demás, ya esa es otra cosa.

– ¿Cómo accedemos públicamente al libro? Mi queja por el aumento del precio de la entrada a la FIL es porque -lamentablemente- ése es el único espacio en donde podemos tener acceso a descuentos, a muchos libros, a escritores, etc. PERO, complejicemos. La feria es eso, una feria. Un espacio comercial. Se mueve con la lógica de la oferta y la demanda. Entonces necesitamos, con urgencia, bibliotecas públicas en cada barrio, con libros de calidad. Un dato: en la gestión pasada, en el Parque de la Familia (Barranco) había un trencito con libros adentro. Eran, probablemente, los libros más feos del universo. Cobraban 1 sol la entrada. Y todos los sábados había muchos niños leyendo, pintando, pasando su mañana ahí. Díganme si no sería bonito eso mismo, igualito, en cada barrio, y sin pagar 1 sol.

Es de terror lo que 23 años de neoliberalismo le han hecho a este país. Nos han instalado la idea de que por todo, TODO, hay que pagar. Nos ha anulado completamente la idea de que un espacio es público, de que tenemos derecho a acceder a ellos, de que tenemos derecho a pelear por ellos y exigir a nuestras autoridades que lo respeten.

Ahora, salgan de su casa. Fíjense cuántos espacios de esparcimiento y juego tienen a su disposición sin pagar 1 sol. Vean si aún pueden caminar por su barrio. Vean si pueden salir en bicicleta sin que sus vidas corran peligro, o llevar a lxs niñxs a pasar un sábado bonito sin tener que tener un presupuesto especial para eso. Cuenten cuántos parques tienen cerca. Fíjense si pueden sentarse en algún espacio sin que un guachimán los bote, o sin que alguien les robe descaradamente. Después díganme que exagero porque no puedo pagar 7 soles o que soy una exagerada por pedir quedarnos en la Plaza San Martín.