Facebook , feis Martes, 27 septiembre 2016

La declaración de la víctima «vale más» que la presunción de inocencia del presunto acosador

evidencia-cuchillo

Escribe: Julia Lindbeck

Ayer por fin pude conversar con mi amigo doctor en derecho penal sobre la teoría jurídica detrás del tema Faverón. Y me confirmó tres cosas:

1. En España, (en Perú desconozco, pero todo parece indicar que no, desde luego en la práctica) en casos de violencia sexual y de género, incluido el acoso, la declaración de la víctima «vale más» que la presunción de inocencia del presunto acosador. ¿Por qué? Porque se asume que, ante las estadísticas de violencia sexual que golpea brutalmente a las mujeres, y que tiene un gran componente de silencio seguido de «descrédito», si ellas lo dicen, es más que probable que sea verdad y hay que tomar medidas para evitar un daño mayor y erradicarla de una vez. Es reciente, no siempre ha sido así, pero llega un momento en que el código penal decide que el interés más importante es luchar contra la violencia de género. Por lo menos hasta que nos dejen de violar y matar masivamente. No es un mal argumento teniendo en cuenta que las «denuncias falsas» en caso de violencia de género siguen siendo un 0,001% del total según el ministerio fiscal.

2. No se aplica en casos de intención de dañar al acusado, que tienen que ser probadas fehacientemente; o cuando hay claras incoherencias en el relato.

3. Antes de que se tipificara el acoso, se encaminaba por la vía de coacciones: usar la fuerza, y la violencia, física o psíquica para que una persona actúe en contra de su voluntad.

En estas semanas, se sigue intentando desacreditar a las victimas, con el peregrino argumento de que «no existen». Existen, y son muchas pero hay quienes no las quieren ver. Sería estupendo el momento en el que, no ya el derecho penal, que también, sino la opinión pública, se diera cuenta de que cuando una mujer dice que se siente humillada, perseguida, acosada y baboseada, se le de crédito y se la apoye, sea quien sea el agresor. Y poner una denuncia por vía legal es algo que corresponde única y exclusivamente a las víctimas: no por hacerlo significa que sea más verdad. Denunciarlo públicamente ya es mucho.

Pero parece que prima el decir que hay otros intereses, que no es para tanto, que las mujeres estamos locas o que nos lo hemos buscado, lo que equivale a ponerse del lado del agresor porque nos importa un chifle que siga pasando. Y desviamos la atención hacia el puro chisme y las guerras de interés en lugar de afrontar que es violencia, que existe, que está generalizada y que ya no toleramos un baboso más.

Cambiará, estoy segura.

[También puedes leer la respuesta de Iván Lanegra a Luis Davelouis]