Este es el presidente (no tan) ilustre que acaba de llegar a nuestro país por la APEC
Escribe: Eduardo González-Cueva
Composición de Útero. Imagen: Prensa Hispana
Se encuentra en Lima, por la cumbre de la APEC, el Sr. Rodrigo Duterte, presidente de Filipinas.
El Sr. Duterte ha lanzado una demagógica “guerra contra el delito” que ha causado miles de ejecuciones extrajudiciales y un escalamiento de la violencia en su país, similar a la masacre que los latinoamericanos hemos visto en México con el pretexto de la guerra contra el narco.
Las víctimas, como siempre, son los pobres, aquellos cuya extracción social, o lugar de residencia convierte en sospechosos automáticos; y cuya muerte no constituye noticia ni objeto de preocupación de las élites.
No podía ser de otra manera con un gobierno que apela a la memoria del dictador Ferdinand Marcos, responsable de miles de desapariciones forzadas y asesinatos, y del robo de miles de millones de dólares. En estos días, a iniciativa de Duterte, Filipinas ha dado al cuerpo del dictador el honor de un entierro en el Cementerio de los Héroes Nacionales.
Los peruanos debemos vernos en el espejo de las Filipinas. Tenemos en el fujimorismo nuestro propio caso Marcos: la misma demagogia, la misma corrupción, el mismo desprecio por los derechos humanos y por la memoria de las víctimas.
Entre las diversas protestas que están teniendo lugar esta semana, no hay que olvidar a este individuo, y a su mentor.
En su llegada a Lima.
