Facebook , feis Domingo, 18 diciembre 2016

El desafortunado sketch de Jorge Benavides sobre la ideología de género

Jorge Benavides fue un crack en su materia. Quien diga que JB Noticias de los noventas no fue una genialidad está mintiendo. Basta ver el épico sketch del «chupetero» para darse cuenta de lo bueno que fue. Brillante queda corto.

Pero ese es el problema: Jorge Benavides ‘fue’ un maestro. Tiempo pasado. Sus clásicos personajes (Terminator, Rambo, Arturito) se vieron forzados a viajar al presente y terminaron siendo una mala copia de sí mismos. Arturito dejó de ser el chibolo pendejo que se salía con la suya y se convirtió en un loop infinito de monaguillo, Terminator terminó como polígrafo en «El valor de la verdad» y muchos lamentables desenlaces más.

Jorge Benavides optó, como la mitad del planeta, por acudir al confort de la nostalgia. No innovó personajes, no creó nada nuevo: todo fue un largo desempolvamiento.

Sus personajes más polémicos, la Paisana Jacinta y el Negro Mama terminaron en el olvido. Lo políticamente correcto los obligaron a quedarse en los noventas y está bien, así debe ser. Ellos hicieron reír a un Perú que ya no existe y que no debería volver jamás.

Hoy, a finales del 2016, Jorge hace este sketch. La finalidad, como es evidente, es dar risa. Pero, ¿qué demuestra aquí? Completa desinformación, ignorancia absoluta y una mala onda que incomoda.

La ideología de género es un cuco inventado por los extremistas para tirarse abajo aquello que temen por desconocimiento. Son muchos errores los que comete Jorge en su sketch que, para empezar, se basa en un error: el cuento de «caperucito rojo» pertenece al Currículo del 2014 y no dice que «ser hombre y ser mujer es lo mismo». Por ningún lado se lee aquello que el personaje del papá repite a cada rato.

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¿En serio, Jorge?

Pero ese es solo uno de tantos errores. La Currícula del Ministerio de Educación se está encargando, por primera vez en la vida, en tratar de enseñarle a los niños la IGUALDAD DE GÉNERO. Los hombres y las mujeres merecen los mismos derechos y las mismas oportunidades. Todo el chongo se basa en una sola palabra: igualdad. Lo lamentable es que Jorge parece no entender -o no querer entender- algo tan simple y sencillo.