«Nadie en el mundo puede detener a Israel salvo sus propios ciudadanos»
escribe Andrés Paredes
Hay quienes quieren igualar los cohetes de Hamas con las armas de Israel, que es como poner a la par un bando con lanzas y otro con ametralladoras. Así es la brecha tecnológica y otra vez se refleja en una nueva masacre de palestinos, quienes viven en «reducciones» cada vez más fragmentadas y escasas, gracias a la presente colonización israelí. Nadie en el mundo puede detener a Israel salvo sus propios ciudadanos, y por la extrema polarización en esa zona del mundo, eso quizá no suceda. Estamos entonces asistiendo a la lenta e inexorable eliminación de los reductos palestinos, donde la misma esperanza se ha perdido.
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