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Un grupo de estudiantes quiso grabar un corto en la vía pública y la Municipalidad de Surco le pidió esto

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Escribe: Rogger Vergara Adrianzén

Amigos, lamento tener que contarles esta experiencia desconcertante:

Los que son audiovisuales, sabrán que una de las primeras cosas que aprendemos es a hacer trámites y pedir permisos. No solo para tener todo en regla con los organismos correspondientes, sino por respeto a la autoridad, al vecino, al peatón y a nuestro propio trabajo.

En las últimas semanas estuve ayudando en el proceso del primer cortometraje de una amiga. Un cortometraje que ella está financiando completamente, y con el que estamos comprometidos por amor al arte, a ella y a la historia que quiere contar.

Y gracias a Dios que todo ha ido bien, con la excepción de una extraña situación con la Municipalidad de Santiago de Surco, que espero ellos mismos puedan aclarar.

Como siempre se hace, pedimos permiso para grabar en un exterior con tiempo de anticipación, y según los requisitos que requiere el trámite. El trámite, según nos indicó la misma municipalidad, es completamente gratuito.

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Después de unas semanas, llamamos a la municipalidad para preguntar por el estado del trámite, y después de reconectarnos a un par de anexos, llegamos al de una señorita cuyo nombre aún no revelaré.

Quien estaba al teléfono preguntó por el permiso, y la señorita respondió que sí, que tenía la solicitud con ella. Nos preguntó de qué empresa era el corto. Le explicamos con calma que se trataba de un cortometraje independiente, que no veníamos de ninguna empresa y que básicamente éramos varios jóvenes algunos egresados otros alumnos aún que se habían juntado para hacer un corto.

Ella insistió:

«¿Es algo grande? ¿Por dónde lo van a transmitir?».

Le contamos que queríamos mandarlo a algunos concursos o festivales cuando estuviera listo, y nada más. Ella indicó que esperemos un rato.

Luego, volvió a hablar y dijo:

«Tu solicitud ya está lista, el gerente ya la aceptó y la puedes venir a recoger. Pero hay una cosa, nosotros no pedimos algo económico, sino una donación. Y pedimos una SD Sony Ultrahigh Speed de 32 GB».

Desconcertada, mi amiga que estaba al teléfono no sabía como responder. Preguntó:

«¿Entonces tenemos que entregar eso para poder tener el permiso?».

La señora de la municipalidad continuó:

«Sí, debes entregarlo, vienes, me llamas, salgo y te entrego el permiso».

Mi amiga continuó:

«¿Y esta donación tengo que entregarlo antes o puede ser después?»

La señora respondió:

«No, no. Tiene que ser antes porque sino después ya no nos lo entregan».

Mi amiga:

«Entonces voy a la oficina de imagen de la Municipalidad y lo dejo en mesa de partes… ¿o cómo?» .

La señora:

«No, mejor te doy mi numero, y cuando vengas a dejarlo me llamas para yo salir y entregarte el permiso y recibir la memoria».

Yo estaba impresionado.

¿Es este el procedimiento normal que hace la municipalidad para un trámite gratuito?

¿Se puede considerar gratuito exigir una donación de algo tan caro?

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Imagen referencial: Municipalidad de Santiago de Surco

 

Pero la historia no queda ahí. Teniendo todavía algo de fe en la humanidad y pensando que tal vez esto sea un error humano, y que la Municipalidad no sepa nada del asunto, recomendé a mi amiga mandar a alguien a recoger el permiso de mesa de partes, el cual nos habían indicado por teléfono YA HABÍA SIDO APROBADO.

Pensé, en mi sano juicio, que probablemente alguien se estaba queriendo aprovechar de nosotros, pero que si seguíamos el orden formal de cualquier trámite (no llamar por teléfono a un particular ni hacer un intercambio extraño fuera de sus oficinas) todo podría seguir el orden correspondiente.

Así que una segunda amiga fue a recoger el permiso de la Municipalidad. Al llegar, la derivaron a la oficina de atención, y luego al cubículo 14. Del cubículo, la mandaron al segundo piso, al área de imagen, que es el área encargada de este tipo de permisos.

Cuando mi amiga preguntó sobre los permisos a dos señores en el segundo piso, la derivaron con la misma señora que contestó el teléfono, que se sorprendió de verla. Mi amiga preguntó por el permiso, y ella contestó, mirando a todos lados:

«Ya lo conversamos por teléfono. Ya les dejé mis datos, mi nombre, mi teléfono, ya tu amiga sabe como es. Estamos pidiendo una donación».

Y quería cortar la conversación.

Entonces, mi amiga le explicó que era la productora de campo, que había investigado y que el trámite para estos permisos era totalmente gratuito en este distrito. Que se había hecho el trámite hace semanas y estaba viniendo a recoger el permiso, porque le habían informado que ya estaba aprobado.

La señora respondió que sí. Que efectivamente los permisos son gratis, que el gerente de Imagen lo había aprobado, pero que a cambio se pedía una donación para la municipalidad. La tarjeta de 32 GB. Es más, anotó «32 GB» en la hoja original de la solicitud de permiso.

Entonces mi amiga le preguntó si se entregaba algún tipo de recibo o documento a cambio porque ella necesitaba justificar todos los gastos dentro del presupuesto que maneja el proyecto. Pero la señora dijo que no era posible.

«¿Para qué?».

Mi amiga le dijo que hacer la donación era como pagar por la solicitud, y ella dijo que NO porque no estaba pidiendo dinero sino un donativo. Entre tanta palabrería, la misma señora dijo que en realidad no había que recoger nada, que el permiso ya estaba y que si alguien de seguridad ciudadana nos decía algo, la llamaban y ella decía que efectivamente ya teníamos el permiso. Solo faltaba el donativo.

Finalmente, insistió que hablara con mi amiga que ya sabía todo y que ya habían quedado por teléfono. Siempre nerviosa, mirando a todos lados y procurando no ser oída por el resto. También le dijo:

«¿Quién te hizo entrar?».

Mi amiga respondió:

«La recepcionista, muy amablemente, me derivó hacia el segundo piso en imagen».

Y luego dijo:

«Es que no me llamaron. Debieron hacerlo».

Entonces, Municipalidad de Surco:

¿Es esto parte de su proceso regular para este tipo de trámites?

¿Se reúnen a la espalda de su edificio municipal para estos intercambios con jóvenes que quieren seguir el conducto regular para hacer este tipo de trámites?

¿Son todas las donaciones que piden más caras de lo que cuesta cualquier trámite en cualquier distrito?

¿O tal vez alguien en la oficina necesita esa SD de Sony para su Playstation Portable?

Como comunicador y como vecino surcano, por ahora, solo exijo una respuesta. Si no la tengo, ya consulté con mi abogado el proceso para exigir la fiscalización correspondiente.

Respuesta de la Municipalidad de Surco:

El gerente de la Oficina de Comunicación e Imagen Institucional de Surco, Gabriel Rimachi, conversó con las personas que denunciaron el hecho y le aseguraron que tomarían las acciones inmediatas, que incluso podían llegar hasta la sanción penal contra la funcionaria responsable.

Se comprometieron a hacer públicas sus disculpas en horas de la tarde de hoy. Sin embargo, revisamos en sus redes sociales y en su página Web, pero eso no ocurrió al cierre de esta nota.

 

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