discriminación , Facebook , feis , libertades , noticias , politica , redes sociales , sociedad , violencia Martes, 14 enero 2020

«Ningún feminismo (ni el que legítimamente se considera radical) defiende otra cosa que no sea la igualdad»

Escribe: Laura Arroyo Gárate

Era cuestión de tiempo para que las declaraciones de Julio Guzmán sobre los feminismos pintaran esa diferencia clara entre el feminismo y sus aliados y el «feminismo» utilizado como una camiseta solo con fines tácticos y electorales. La clave es la siguiente:

Ningún feminismo, ni el que legítimamente se considera radical, defiende otra cosa que no sea la igualdad.

Cuando alguien te habla de «extremismos» y los sitúa como un mismo problema está, perversamente, queriendo hacer una equidistancia entre los que matan y las que son asesinadas. Entre los que violentan y las violentadas. Entre los que recortan derechos y libertades y quienes los reclaman.

En buena cuenta, entre quienes reclaman igualdad y quienes abusan de una estructura que les ha permitido privilegios solo por ser hombres.

Esto es lo que denunciamos (esa estructura patriarcal) cuando decimos «Perú, país de violadores» o «el violador eres tú». No la individualidad de sucesos, sino la estructura que hace que sean violencias cotidianas, constantes, monstruosas.

La equidistancia es, tal vez, la mejor aliada del partriarcado. ¿Por qué? Porque pasa piola. Porque se cuela en una conversación como un falso sentido común. Como el titular lamentable de Julio Guzmán al respecto del feminismo porque, bueno, no es un aliado y, sin duda, todavía tiene largo trecho de deconstrucción si le interesa realmente entender el problema que es el primer paso para brindar soluciones medianamente razonables.

Imagen: captura RPP

Imagen: captura RPP

Conozco a algunos candidatos que van en la lista del Partido Morado que se consideran aliados. ¿Saben lo que sería realmente aliado y feminista? Que le pidieran al líder del partido por el que postulan a estas elecciones que rectifique. Hacer política de manera diferente es también exigir que quienes dan declaraciones tan equívocas como perversas reconozcan los errores, aprendan de ellos y, quién sabe, tal vez, logren entender, aunque les cueste un poco de tiempo, de qué va realmente el feminismo. Y, sobre todo, que no todo vale para conseguir pasar la valla y entrar en el Congreso.

#Feminismos #FalsosAliados #JulioGuzmán