Facebook , feis , noticias Viernes, 25 noviembre 2016

UVK: A confesión de parte, relevo de pruebas

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Escribe: César Vieira

Luego de las declaraciones al programa Cuarto Poder de Mónica Ubillús, gerente general de UVK, nos queda la sensación que el lema de la cadena de multicines debe ser: SIENTE LA INDIFERENCIA.

Más allá de la falta de cultura de prevención en nuestro país (no aprendemos del pasado), de la dejadez y desidia de las municipalidades de Lima y Miraflores y el pobre empoderamiento a Defensa Civil, el incendio en Larco Mar y la lamentable muerte de cuatro trabajadores de UVK evidencia la falta de Responsabilidad Social Empresarial (RSE) de esta empresa.

La Responsabilidad Social Empresarial es una forma ética de gestionar los negocios. Significa que toda empresa cuando realiza las actividades propias del negocio debe tener en cuenta los intereses de su stakeholders. Este anglicismo se refiere a los grupos de interés (accionistas, trabajadores, clientes, proveedores y miembros de la comunidad, entre otros) que afectan o se ven afectados por las acciones de la empresa.

En esta lógica, las empresas con RSE se orientan a lograr el triple resultado; es decir, un equilibrio entre la rentabilidad económica, social y ambiental.

Según la propia, gerente general de UVK, el local de Larcomar no contaba con rociadores de agua en los techos porque las autoridades nunca se lo exigieron y aseguró que “el sistema que nosotros tenemos es igual de eficiente que los aspersores”. Los rociadores o aspersores automáticos son uno de los sistemas de extinción de incendios más utilizados en el ámbito mundial, que se activan por el aumento de temperatura asociado al fuego o el humo generado.

Por otro lado, el alcalde de Miraflores ha confirmado que UVK realizó modificaciones al interior de sus instalaciones para ubicar allí oficinas administrativas.

Es importante precisar que la ética implica hacer lo correcto sobre la base de un conjunto de principios y valores, priorizando el bienestar general antes que el interés personal. Por ello, cuando una empresa actúa con RSE, no se limita a las exigencias establecidas en las normas legales y regulaciones vigentes, sino que muchas veces va más allá de lo establecido porque lo verdaderamente importante es garantizar los intereses de sus stakeholders (trabajadores y clientes, entre otros) para mejorar su reputación, generar confianza y posicionar su marca, lo que constituye un activo intangible para la organización.

Entonces resulta incomprensible , anteponiendo su rentabilidad económica al bienestar de sus clientes y trabajadores.

Más aún, teniendo en cuenta que esta cadena ya había tenido una alerta en abril del 2013 cuando los asistentes a Multicines UVK de Plaza del Sol en Huacho, debieron evacuar la sala N° 5 por un amago de incendio que fue sofocado por la Compañía de Bomberos Nº 20 de dicha ciudad.

Probablemente con el fin de reducir sus costos, no invirtieron en aspersores para mayor seguridad, y para no alquilar oficinas administrativas, adaptaron indebidamente espacios físicos. Esta forma obsoleta y equivocada de hacer negocios ha ocasionado pérdidas materiales y, sobre todo, humanas que son irrecuperables. Además, le ha resultado un mal negocio pues su marca estará asociada a esta desgracia que ha enlutado el país.

Independientemente de que las instancias correspondientes determinen su responsabilidad civil y penal y las sanciones respectivas, las declaraciones de su gerente general revelan que UVK no actuó con ética ni responsabilidad social y lo que corresponde también es una sanción social. Por mi parte, nunca más pisaré un cine UVK.