denuncia , Facebook , feis , libertades , noticias , periodismo , politica , redes sociales , sociedad , violencia Miércoles, 21 diciembre 2016

Esta es la contundente respuesta de Fernando Tuesta a los ataques de todos los fujitrolls

Sesudos comentarios. Imagen: Facebook

Fujitroll.
Imagen: Facebook

Escribe: Fernando Tuesta Soldevilla

El de la fotografía se llama Miklos Lukacs. Intentó ser el ideólogo del fujimorismo, pero terminó siendo un troll de baja monta. Nunca lo he visto y ni siquiera sabía de su existencia, hasta que me llegó agresiones e insultos a través de sus cuentas de redes sociales. Para no perder tiempo, lo bloqueé.

Sin embargo, desde hace unos días ha colgado en Twitter ingresos por servicios al Estado de varios periodistas y allí (aunque no soy periodista) me incluye. Solo muestra las cifras totales sin señalar qué tipo de servicio y a qué institución, con el propósito de demostrar que se trata de pagos por escribir a favor de Jaime Saavedra (a quien nunca me lo han presentado).

En otras palabras, unos «mermeleros». Este señor, que además de ser profesor en ESAN Graduate School of Business, columnista de El Montonero, se dice que sería el que próximamente encabece Concytec Perú, destila no solo barbaridades, sino que difama con una soltura tan propia de un troll.

Boquita de caramelo. Imagen: Facebook

Boquita de caramelo.
Imagen: Facebook

Ciertamente, esto es compartido por una fila de tuiteros como él, pero también por gente que se ve sorprendida. En lo que a mí respecta, esos ingresos corresponden a varios años de trabajos en organismos electorales y en ningún caso con gobierno alguno.

Pero a un troll como él, esto no importa, sino que lo oculta conscientemente. Para defender la reforma universitaria, no se necesita que a uno le paguen, suficiente ver el desastre de nuestra educación superior. Quizá él esté acostumbrado a escribir por encargo.

Para que tengan idea de quién estoy hablando pueden ver este link donde apreciarán los peores tuits de este señor. Igualmente la Revista Caretas se ha ocupado de él. Lamentablemente, algunos periodistas y políticos lo comparten con entusiasmo. Él se encarga del trabajo sucio. Pero así es la vida en esta comarca.