Facebook , feis , noticias Jueves, 12 enero 2017

5 verdades del falso volante sobre la «ideología de género»

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Escribe: Isabel Vaccari

Luego de ver este delirante volante que “denuncia” lo que el gobierno “quiere hacer” con nuestros hijos, me dieron ganas de responder, como Coquito, una a una sus afirmaciones, desde mi propia perspectiva.

1. ¿Permitirías que a tus hijos le enseñen lo mismo es ser niño o niña? (Sic.)

Primero, está mal redactado, pero sigamos. No sólo lo permitiría, lo exijo. Exijo que se eduque a mis hijos en la igualdad. En que todos tenemos los mismos derechos y posibilidades independientemente de nuestro sexo biológico o identidad de género. Exijo que no hayan vetos a los anhelos de nuestros hijos sólo por el hecho de haber nacido con pene o vagina.

2. Que tus hijos les enseñen a usar los baños, sean de niño o niña (Sic.)

¿Que mis hijos le enseñen a quién? Bueno, asumo que están queriendo decir que el gobierno quiere enseñar a los niños a usar los baños (¿es en serio?) sean de niño o niña. Bueno, estoy casi segura que eso no está en ninguna parte del currículo nacional 2017, pero en varias partes del mundo existen baños de niñ@s. Baños que deberían implementarse aquí también. Es un tema de acceso a la sanidad pública.
Si un padre sale con sus hijas de paseo, ¿va a poder entrar a un baño de mujeres con ellas? ¿Deja que entren solas? Lo mismo una madre con hijos varones. ¿Dejarías que entren solos a un baño público de hombres? Yo no, y ese siempre ha sido un problema para mí cuando mis hijos dejaron el pañal y entraron en la edad de discriminar los letreros: “¡Ese baño es de mujeres, yo soy niño!” ¿La solución? Baños para niñ@s, así, sin género.

3. ¿Te gustaría que tu hijo se vista con tacos y falda y tu hija se ponga bigotes?

Nuevamente, ¡en qué parte del currículo se dice eso! ¡No pueden ser más mentirosos! Y a propósito, no le veo nada de malo a que jueguen y se disfracen, los niñ@s siempre lo han hecho. Es más, en los colegios sólo de niñas o niños (esos que aún existen y suelen ser muy religiosos) es bastante común esta práctica para las actuaciones, ya que no hay representantes del sexo opuesto, por lo que los alumnos deben travestirse (según RAE “vestir a alguien con ropa del sexo contrario”) para poder actuar o bailar.
Personalmente yo no dejaría que Marcelo use tacos. Y tampoco Lucía. Los tacos son malísimos para la columna y los pies. A Cata no la incluyo por que aún es bebe. Si quieren usarlos, que sean mayores.

4. Que tus hijos escojan su sexualidad, y que no son como han nacido (Sic.)

En ninguna parte el currículo enseña que nuestros hijos “no son como han nacido”. Pero sí, por supuesto que yo voy a dejar que mis hijos elijan cómo vivir su sexualidad, porque es algo que les compete enteramente a ellos, como individuos únicos e independientes de mi. Es más, aunque no quisiera, no puedo ir en contra de lo que ellos sientan y quieran hacer en su seno más íntimo.

5. ¿Es normal que tu niño juegue con muñecas y tu niña con carritos?

Esto ya debe ser un chiste. Las niñas y niños deben jugar con lo que desean jugar, por su puesto que es normal. Marcelo ha tenido muñecas y Lucía carritos y espadas láser. Y viceversa. Los juguetes son de ambos y juegan indistintamente. Si el juego es parte del aprendizaje para la vida adulta ¿Acaso los hombres no se convierten en padres? ¿Acaso las mujeres no conducen autos?
¿Piensan que dejar a nuestros hijos en libertad para escoger qué les gusta es “promover la homosexualidad”? ¿Quiere decir entonces que estas personas creen que todos somos en el fondo gays y que si no nos enseñan a ser heterosexuales, nunca lo seremos y se va a acabar la especie humana porque no podremos reproducirnos más? ¿No que no había un “gen gay”? Entonces, ¿de qué estamos hablando?

#BONUSTRACK

Celeste no es igual que rosado.
Esto es cierto, a menos que tengas un problema en los conos de tu retina, que no te permita diferenciar los colores de manera adecuada, sí, son colores diferentes. Pero estos colores y su asignación a un sexo específico es una mera construcción social de la cultura occidental y es bastante reciente.
Antes de la primera guerra mundial, el patrón era inverso, celeste para niñas y rosa para niños (aunque prefería utilizarse simplemente el blanco). Y vamos, ese estereotipo no se cumple en las demás culturas del mundo, porque es sólo una convención social que no tiene nada que ver con lo natural. No, las niñas de la edad de piedra no tenían sus pieles de color rosa con delicados pétalos de flores, y los niños no manchaban su ropa con arándanos para conseguir celeste. No.