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Un cineasta le hace el pare a El Comercio por su último editorial contra la Ley del cine

Escribe: Joel Calero*

Nota de redacción:

Esto es lo que dice, en resumen, el editorial de El Comercio que Joel Calero responde:

El Ejecutivo aprobó un proyecto para “triplicar los recursos que el Estado destina al cine», pero El Comercio manifiesta que «nuestras arcas fiscales son relativamente flacas». Por  eso, hay que invertir ese poco dinero en seguridad, justicia, salud y educación. «La construcción o la gastronomía también generan ingresos y empleo» pero no piden subsidios. A eso se suma que el cine no es masivo.

Imagen: El ComercioImagen: El Comercio

Lo que no sabe El Comercio:

¿Cuál es la diferencia entre un estudiante de comunicación audiovisual peruano y otro colombiano (o chileno)?

Si el proyecto audiovisual de un estudiante peruano fuera seleccionado a un festival internacional o a un taller de desarrollo de ideas, entonces, ese estudiante peruano tendría que pagarse el pasaje al extranjero, la habitación y todos los gastos concurrentes.

O sea, el estudiante peruano no puede viajar a menos que sea hijo de los dueños de El Comercio.

En cambio, si el estudiante es colombiano y su padre es profesor o agricultor, este estudiante solicitaría ayuda a su organismo de cinematografía y lo obtendría. Y, de esa manera, no perdería esa oportunidad de crecimiento profesional y laboral y, a largo plazo, la posibilidad de generar una industria audiovisual para ese país.

¿Será casualidad que Netflix esté filmando y generando trabajo en Colombia y no en Perú?

¿Eso no genera divisas para Colombia (que ahora no llegan al Perú)?

Eso, por si no lo saben, es el producto de que un país (Colombia) apostó por desarrollar su cinematografía y sus leyes audiovisuales. De eso nos quieren privar quienes, como El Comercio, mienten con argumentos deleznables y ridículos como que no hay dinero para el sueldo de los maestros, pero sí para el cine.

Por eso, como cineasta y profesor universitario, soy un convencido de que las facultades de comunicación de todas las universidades peruanas deberían asumir como suya esta ley y, por tanto, ejercer docencia en lo que de verdad significa esta ley para el Perú.

Joel Calero en medio de las grabaciones de La última tarde. Imagen: CinencuentroJoel Calero en medio de las grabaciones de La última tarde. Imagen: Cinencuentro

Esta ley de cinematografía, que debería aprobarse en el Congreso, es para invertir dinero en desarrollar la industria audiovisual peruana de manera que, pronto, como en Colombia, se genere trabajo para el país desde el audiovisual.

Propongo un debate abierto y público sobre la necesidad de esta ley con cineastas, estudiantes de audiovisuales, decanos de facultades de comunicación de universidades limeñas y los editorialistas de El Comercio y los congresistas en cuyas manos está que se promulgue esta ley.

 

*Joel Calero dirigió la reciente película La última tarde