Facebook , feis , redes sociales , sociedad Sábado, 30 septiembre 2017

La historia poco comentada sobre Hugh Hefner que sería una pena que todos se enteren

Imagen vía: Facebook Tatiana Palla

Imagen vía: Facebook Tatiana Palla

Escribe: Tatiana Palla

En 1963 y con 29 años en su haber, la entonces periodista Gloria Steinem se creó una identidad falsa y se hizo contratar como Conejita en el Playboy Club de Manhattan para escribir dos entregas en las que relató la vida de las Bunnies, las condiciones de trabajo en los clubes y la paga miserable que recibían luego de todos los ‘descuentos’ que les aplicaban, un monto irrisorio respecto a la oferta de ingresos que el emporio de Hefner publicitaba en sus anuncios.

Playboy describió la plaza laboral como “el mejor trabajo del país para una mujer joven”. Ese gran trabajo implicaba usar trajes tan pero tan apretados que solían romperse cuando alguna de las chicas estornudaba. Para no arruinar constantemente la vestimenta, estaban prohibidas de ir a trabajar con gripe. Por cierto, las chicas se enfermaban constantemente porque los camerinos no tenían calefacción, a diferencia del resto del club. Debían entregar a Playboy un porcentaje de su propina, se les descontaba las pestañas postizas, el costo diario de lavado de su incómodo traje laboral, tenían multas económicas por comer durante el trabajo (entre otras cosas) y supervisores encubiertos encargados de verificar que solo los influyentes miembros ‘vip’ del club pudieran salir con ellas. Tras un mes de labores, Steinem había perdido casi 5 kilos de peso. Nunca llegó a alcanzar los $300, siquiera $200 semanales que se ofrecían por ser una Bunny en el Playboy Club.

El reportaje doble publicado en Show Magazine –convertido ahora en un clásico– fue una respuesta directa de Steinem a la serie de ensayos titulada «The Emancipation Proclamation of the sexual revolution» escritas por pluma de Hefner mes a mes para Playboy, en esa época en la que el famoso editor se creía el adalid de la revolución sexual en el mundo. En uno de esos ensayos, por cierto, llegó a comparar a su revista porno con la declaración de libertad de los esclavos en la época de Lincoln.

Como dice una nota de The Guardian, «at the core of «A Bunny’s Tale» is Steinem’s belief that the sexual revolution will fail if men are the only ones allowed to define it». La revolución sexual es, ante todo, nuestra. Nunca lo olvidemos.

Aquí les dejo los links para que lo chequeen. Tb dejo el link de la película protagonizada por Kirstie Alley en 1985.

Imagen vía: deadline.com

Imagen vía: deadline.com

Parte 1 del reportaje

Parte 2 del reportaje

Link de la película