Breve respuesta a todos los que están diciendo que un eventual cierre del Congreso «afectaría la economía»
Escribe: Farid Kahhat
Me encuentro entre quienes mantienen dudas sobre el efecto que una eventual disolución del Congreso tendría sobre la estabilidad política y el crecimiento económico. Pero sí tengo una certeza sobre un tema conexo: antes de prestar atención a quienes auguran el fin de la democracia, una inestabilidad rampante o una probable recesión, me preguntaría cómo evaluaron todo aquello por lo que pasó el Perú en los últimos años.
- Porque tuvimos un número récord de ministros censurados o removidos del cargo bajo presión del Congreso, amén de dos intentos de vacancia presidencial en cuestión de meses (uno de ellos exitoso).
- Tuvimos además una bancada mayoritaria en el Congreso que (según expresión de dos de sus integrantes en el chat «La Botica») “blindó” a Pedro Chávarry como una cuestión de “supervivencia” política, pese a la evidencia en su contra.
- Además, intentó controlar el Poder Judicial a través de sus vínculos con el extinto Consejo Nacional de la Magistratura así como con magistrados y fiscales (como el propio Chávarry o César Hinostroza).
- Algunos de los integrantes de esa mayoría parlamentaria acaban de ser expuestos por sus coordinaciones con un empresario prófugo de la justicia con el presunto fin de aprobar leyes con nombre propio.
Un Congreso, por lo demás, que solo aprobó la reforma del sistema de justicia precisamente bajo amenaza de disolución, y en forma reciente se negó a modificar el modo en que se levanta la inmunidad parlamentaria (después de la fuga de más de un congresista con sentencia judicial y con el antecedente de que el Congreso aprueba menos del 10% de las solicitudes de levantamiento de inmunidad que le plantea el Poder Judicial).
Creo que hay margen para un debate razonable sobre los efectos que la cuestión de confianza y una eventual disolución del Congreso tendrían sobre la estabilidad política y el crecimiento económico, así como sobre la constitucionalidad del proceso.
Pero si alguien que no consideró que todo lo anterior pudiera afectar la estabilidad política o el crecimiento económico ahora sostiene que el pedido de confianza del ejecutivo los pone en riesgo, cabe suponer que su motivación no es una preocupación genuina sobre la salud de la democracia, la estabilidad política o el crecimiento económico. Por ejemplo, la presidenta de la Confiep.

Imagen: captura Gestión
Pd. Aclaro que no creo que, aunque sus motivaciones sean cuestionables, sus argumentos son válidos. Por citar solo un ejemplo, la economía creció más durante el año en que PPK fue vacado que durante su primer año de gobierno. Es decir, lo contrario a lo que cabría esperar si el desempeño económico dependiera fundamentalmente de la estabilidad política. El crecimiento depende de múltiples variables y, en el Perú, cierto riesgo de inestabilidad política debiera ser ya algo que los inversionistas dan por descontado.