Facebook , feis Viernes, 12 agosto 2016

«También te tocan a ti, varón», por Érika Villalobos

Escribe: Érika Villalobos

Voy en micro desde que tenía 10 años, con mi hermana mayor y mi hermano menor. Mi colegio quedaba lejos de mi casa por lo que el camino era largo.
No soy tímida, jamás lo he sido -más bien he tenido algunos problemas por decir lo que pienso- pero en ese largo camino a casa, con mi uniforme escolar color “rata”, me han metido la mano tantas veces… algunas hasta el dedo. Enfermos se acercaban por detrás y se me pegaban para que yo los “sienta”. Les gritaba, me escabullía, me alejaba pero nunca le contaba a nadie al llegar a casa. Tal vez porque creía que así eran las cosas y debía aceptarlas y aprender a lidiar con ellas yo sola, pero sobretodo porque quería olvidar. No quería volver a recordar el momento más horrible de mi día.

Hoy te escribo a ti, varón, porque tienes que saber que eso nos pasa todos los días a nosotras las mujeres. Todos los días. Porque es casi seguro que a tu hija, a tu hermana, a tu novia, a tu esposa incluso hasta a tu mamá le están metiendo la mano en la combi, la están ‘punteando’ en el metropolitano, le están gritando frases obscenas por las calles. Te escribo, porque cuando ella llegue a tu casa es casi seguro que no te lo va a contar. Por vergüenza, porque “las cosas son así” o para olvidar tan terrible momento.

Quiero que pienses un poco y me digas si te parece justo que nosotras no podamos vivir en paz en nuestro propio país. No podamos caminar tranquilas, libres. Así como no hay derecho a que te roben el celular, no hay derecho a que nos roben la cartera, porque nadie más que nosotros tiene derecho sobre nuestras cosas, tampoco hay derecho a que nos agredan sexualmente porque nadie más que nosotros tiene derecho sobre nuestro cuerpo. Estamos hartas de vivirlo y estamos hartas de quedarnos calladas.

A mí, que no soy tímida, que siempre levanto mi voz, una vez un enamorado me reventó la frente de un cabezazo por que se imaginó que yo tenía algo con mi profesor de baile. Nada más lejos de la verdad. Tal vez a tu hermana o a tu hija la están golpeando en su casa por no servir la cena a tiempo, por dejar que los niños hagan bulla mientras él hace la siesta, por salir con sus amigas o por querer terminar una relación dañina. Roguemos que no sea una de las víctimas muerta a cuchillazos o desfigurada con aceite caliente. ‪#‎NiUnaMenos‬ , varón.

Por eso quiero que sepas que es muy importante que nos acompañes en esta lucha. Por tus hijas, por tu hermana, tu novia, tu esposa, tu mamá. Porque las tocan a ellas y te están tocando a ti. Porque no podemos permitir que nuestras niñas de 5, 6, 7 años, sean violadas todos los días. En los baños públicos, en los parques, en sus propias casas, muchas veces por sus propios familiares o conocidos. Les están destruyendo la vida. No lo van a poder explicar, no lo van a poder enfrentar y no lo van a poder curar. Guardarán el secreto más horrible de sus vidas. Algunas, con el tiempo, aprenderán a sanar por partes, otras quedarán tan dañadas que harán que la historia se repita en sus hijas.

Nosotras vamos a luchar por esta causa, claro, somos las más afectadas. No queremos que nos consideren sirvientas en casa o sólo vaginas o tetas o traseros. Somos personas valiosas, sensibles, capaces, complejas, trabajadoras, emotivas, inteligentes. Somos cuerpo y somos mente. Somos mente y somos alma. Somos las mujeres de este mundo, que es tuyo también, varón, así que te afecta a ti y también tienes responsabilidad. Camina con nosotras este sábado 13 de agosto a las 3:00 de la tarde en el Campo de Marte y ayúdanos a que la violencia hacia nosotras termine. Porque tiene que terminar ya.

Por qué no marchamos también contra la violencia hacia el hombre?. Existe, no? Sí, existe, pero una cosa a la vez. No se felicita al padre en el día de la madre. Éste es nuestro día, porque a nosotras nos pasa esto todos los días. Éste es nuestro día porque si tú sales sin polo o con esos pantalones caídos en los que se te ve casi todo el calzoncillo nadie va a venir a meterte la mano o a gritarte obscenidades. En cambio, a nosotras, con escote, sin escote, con falda o sin falda, nos agreden todos los días. Nos tocan manos extrañas. Nos violan mentes cochinas. Porque cuando llegamos a denunciar, las autoridades nos toman a la ligera… Porque nos entregamos completas a nuestra relación y aprovechándose de eso nos lapidan psicológicamente. Porque nos niegan los mejores puestos de trabajo, porque nos pagan menos, porque en las pistas nos gritan que sólo servimos para cocinar. Porque nos tratan mal sólo por el hecho de ser mujeres y eso es brutalmente injusto.

Únete varón. Vamos juntos. Ayúdanos a construir un país mejor, en el que nuestras niñas vivan su niñez con alegría, en el que puedan jugar en paz, en el que nadie les destruya la inocencia, violándolas o matándoles a la madre. #NiUnaMenos