Facebook , feis Jueves, 3 agosto 2017

Julio Arbizu sobre el libro «La verdad de una mentira» de María Cecilia Villegas

Imagen: Correo

Imagen: Correo

Escribe: Julio Arbizu

Esta señora se hizo famosilla, tachándome de falaz en una columna que el Diario El Comercio le facilitó para que desde allí ,y sin que yo tuviera posibilidad de respuesta, se encargara de verter una serie de argumentos trasnochados que se concentraron en discutir el número de casos de esterilizaciones forzadas, pero no su indigno enfoque malthusiano de preferir «pobre muertx» por solo «pobre». Por su puesto, su vómito fue replicado por toda la piara de trolls fujimontersinistas que inundan, por estos días con una intensidad inusitada, las redes sociales en Perú.

Un día me llamaron de la televisión, del canal en el que su amigo Aldo Mariátegui tenía un programa de periodismo político. Me invitaban a ese programa, para debatir con ella, sobre mi posición en el caso de las EF, sobre el que ella me atribuía el uso de falacias argumentativas. Acepté, aún sabiendo que sería un cargamontón, un dos contra uno. Lo hice sabiendo que me asiste la razón de defender la causa de miles de mujeres -y algunos hombres- afectadxs. ¿Qué creen? No aceptó. En el lenguaje coloquial peruano, que tanto extraño: «arrugó», «se palteó», «se vio con Arrunátegui».

Ahora me entero que publicará un libro sobre el tema. Ojalá en la sala donde le toque hacerlo haya -aunque solo sea una persona- alguien que le recuerde que hablar de la falsedad de delitos cometidos contra colectivos vulnerables hace que esos colectivos se ensombrezcan todavía más y perpetúen (como seguramente ella espera) su vulnerabilidad.